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DESNUDANDO A UN DEVOTO DE LA MUERTE

Se ha dicho muchas veces que Oriana Fallaci nunca llegó a entrevistar a Fidel Castro. En realidad no se ha dado una rigurosa precisión al respecto, porque existen hechos que no pudieron ser develados por la propia Oriana.

A raíz de la publicación de un artículo en el portal http://www.cubadebate.cu -medio de comunicación que pretende erigirse como un corsario de la lucha contra el terrorismo mediático aunque en realidad lo promueve, basando su artillería en las imprecisiones que el régimen dictatorial de los Castro, requieren para sustentar medias verdades, versiones imprecisas de la historia o mentiras elaboradas a gusto de quien detenta la titularidad del poder- es que me he propuesto revelar algunos aspectos que deben ser públicamente expuestos.

Según narra Raúl Roa García, ex agente de la diplomacia cubana, Oriana solicitó formalmente a la Misión Permanente de Cuba en las Naciones Unidas, allá por el año 1982, una entrevista con Fidel Castro. El entonces agente Roa García, habiéndose comprometido con ella para tan importante gestión, asegura que realizó todos los esfuerzos que el protocolo diplomático prescribe. Lo hizo desde la comodidad de su residencia en la calle 81, entre Park y Madison, luego de haber contado con la célebre visita de Oriana, quien por entonces no sólo colaboraba con L´ Europeo, también tenía a su disposición columnas en los medios mas destacados como el Chicago Tribune, The New York Post, Washington Post, Times de Londres, Le Nouvel Observateur de París, el Corriere della Sera de Milán, Política de Belgrado y un largo etcétera de influyentes diarios.

La verdad “oficial” narrada por Raúl Roa en dicho artículo, no se corresponde con los hechos, tal y como Oriana ha dejado sentado en la Carta Póstuma que el brazo operativo del Servicio de Inteligencia Cubano en Nueva York logró secuestrar en los días previos al fallecimiento de Oriana, un 15 de septiembre de 2006. Lo que nunca supieron es que ella, en vida, no sólo se encargó de los trámites de repatriación de sus restos a su añorada Italia, también tomó previsión de que una copia de la carta tuviera el mismo destino, aunque por razones de seguridad sólo ha sido de acceso restricto a dos personas, bajo cláusula de confidencialidad, que afortunadamente no compromete al autor de este escrito, por razones que no es conveniente precisar aunque, llegado el caso, podrán ser defendidas.

Estos son los hechos tal y como se relata que ocurrieron, aunque -de nuevo- con mentiras elaboradas que desnudaremos. En efecto, Oriana viajó a Cuba, en el marco de la celebración del 26 de julio, con destino a Santiago de Cuba, previa estadía en La Habana, dónde habría sido recibida por el capitán Antonio Nuñez Jiménez y su esposa. Se sostiene que luego de los actos conmemorativos finalmente pudo conversar con Fidel Castro, circunstancia en la que supuestamente no llegaron a realizar la entrevista pero sí tuvieron una conversación extensa con promesa de ser el preámbulo de aquella, que debía efectuarse dos meses después, en septiembre, una vez que el Comandante acomode su agenda.

Es aquí donde se produce la distorsión de los hechos y el quebrantamiento de la verdad que se acusa mediante el presente escrito. En rigor, la entrevista sí se llevó a cabo, aunque fue suspendida por Fidel cuando advirtió que las promesas de Oriana eran falsas, respecto a llevar adelante una que sea de beneficio para su imagen internacional, tal y como ella le había asegurado al Diplomático Roa García para persuadirlo de sus buenas intenciones.

Algunas de la preguntas y respuestas de esa entrevista abruptamente suspendida por Fidel Castro, son referidas a continuación:

O.F. Presidente Castro, o Comandante, como se hace usted denominar. Se habla mucho sobre la violencia ejercida por su gobierno contra sus adversarios políticos y la sociedad civil cubana. Existen datos sobre un aproximado de 7062 muertes, de las cuales 3116 fuero ejecuciones por fusilamiento y 1166 ejecuciones extrajudiciales. ¿“Los héroes pueden ser dulces”?

F.C. Mire Oriana, su pregunta me parece un despropósito y hace eco de las falsas acusaciones del imperialismo norteamericano, que una periodista inteligente debiera considerar antes de plantearlas, pero déjeme decirle algo: “Si yo soy Stalin, mis muertos gozan de buena salud”, además, está claro que la revolución no es para débiles, “los que no tienen el coraje, los que no quieren adaptarse al esfuerzo, al heroísmo de la revolución, que se vayan, no los queremos, no los necesitamos”, y en última instancia, qué es la vida humana, mi Revolución es el fin, no el camino. Por eso sostenemos que “¡Patria o muerte!” “¡Socialismo o muerte!”, “¡Marxismo-Leninismo o muerte.!”. Como ve, soy un devoto de la muerte.

O.F. No necesito recordarle que he entrevistado a los líderes mundiales más influyentes del planeta y a personalidades de ámbitos diversos. Entiendo que su recelo probablemente se debe a que sabe que algunos de dichos entrevistados pusieron en evidencia su verdadera naturaleza con el consiguiente costo público que eso significa. Habrá conocido usted el caso de mi entrevista a Muhammad Alí. Algunos medios señalaron que ésta periodista a quien usted pretende hoy descalificar, fue la que desnudó el lado oscuro del campeón mundial de la hipocresía, y otros señalaron que fue el más duro knock out que recibió. Sin embargo, no creo que sea necesaria, a los fines de esta entrevista, su despectiva actitud, señor Castro. Permítame continuar: En medio de tanta violencia que ha supuesto la Revolución Cubana, “¿No ha pensado nunca que la guerra es un manicomio y los que están en ella, sus pacientes?”

F.C. Sus intenciones son más que evidentes, pero en ningún caso pueden amedrentarme, soy un hombre de lucha y no me someto a la delicada figura de una portavoz de los intereses de los grupos anti revolucionarios que operan desde las playas del sur de la Florida. En relación a su pregunta, déjeme decirle algo, no veo así la guerra, en realidad para mí, todas las guerras son propicias. Siempre he sostenido que, “Cuando esta guerra se acabe, empezará para mí una guerra más larga y grande: La guerra que voy a echar contra ellos (E.E.U.U.). Me doy cuenta que ese va a ser mi destino verdadero.” La violencia impera en el mundo actual, no es propicio ni conveniente mentirnos, “No nos engañemos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo será más difícil.” De eso nos encargaremos nosotros. Vamos buscando aliados en Latinoamérica para que el socialismo florezca aunque en el empeño nos equivoquemos. Alguna vez nos equivocamos, igual ocurrió cuando señalamos, en relación a la zafra azucarera de 1968 que, “Con sequía o sin sequía, los diez millones van”. Claro, en efecto, no cumplimos, pero qué más da, de sueños se alimentan los hombres de buena voluntad, y el hambre puede esperar. Al final del día, siempre queda la posibilidad de insistir en este concepto tan mío: “Condenadme, no importa, la historia me absolverá”.

O.F. Se ha dicho muchas veces y de diferentes maneras que “No se puede gobernar, no se puede administrar, con un ignorante”. ¿Usted cree eso Presidente Castro?

F.C. Déjeme decirle que en Cuba, si algo no existe es la ignorancia. “Nuestras prostitutas son las más cultas del mundo”

O.F. Presidente, “La gloria es una carga pesada, un veneno que asesina, y soportarla es un arte.” ¿Usted cree que el poder absoluto que ejerce en Cuba lo ha llevado a la gloria?

F.C. Oriana, en sus preguntas encuentro una carga de ironía que se ha hecho constante a lo largo de esta entrevista. Usted debe saber que en 1958 señalé ante la ingenuidad de mis seguidores que “El Poder no me interesa, después de la victoria quiero regresar a mi pueblo y continuar mi carrera como abogado”; por supuesto no cumplí, porque a pesar de que “El modelo cubano ya no funciona ni siquiera para Cuba”, ciertamente es un hecho irrefutable que mi destino es aquella gloria que usted apunta con desdén. “Ahora comprendo que mi destino no era venir al mundo para descansar al final de la vida”. Soy un caudillo.

Debido al tono elevado de la entrevista y ante la serie de afirmaciones que en nada contribuían a su imagen, Fidel Castro decidió dar por concluida la cita, instruyendo que Oriana Falacci retorne a Estados Unidos, advertida de las represalias que existirían en su contra en caso de publicar siquiera un fragmento de la misma.

En el avión de retorno, vía México, la inteligencia cubana se encargó de que un informante se siente al lado para obtener información sobre sus planes, se trataba del supuesto periodista italiano Jorge Timossi, de nacionalidad argentina, colaborador de Prensa Latina. Oriana cometió el error de comparar a Fidel Castro con Benito Mussolini, señalando en la intimidad de la conversación, lo siguiente: “No quise matar a un hombre. No soy capaz de matar a un hombre. Quise matar a un tirano”

La vida de Oriana Falacci estuvo consagrada a la revelación de las amenazas que enfrentaba el mundo occidental. Puede afirmarse que el comunismo, el socialismo transformado en populismo, así como el islamismo ortodoxo y radical fueron preocupaciones expresadas en su incansable tarea de periodista. Una voz fundamental para el mundo posmoderno, una especie de Laocoonte contemporáneo que supo anticiparse al implacable poder destructivo del islamismo. Sus últimos días fueron desolados, las serpientes enviadas por los enemigos que cosechó durante su brillante carrera, se encargaron de conducirla en la oscuridad de su departamento de Nueva York, hasta la muerte. ¿Cuánto hicieron los agentes de la inteligencia cubana para contribuir a sus justificados ataques de pánico que marcaron el final de su camino? ¿Cuánto terror sembraron en ella los grupos islamistas contra quienes abrió guerra sin cuartel, en sus mejores días como periodista? Algunas respuestas se encuentran en la Carta Póstuma que en algún momento será revelada a quienes todavía recuerdan a Oriana como una de las personalidades más influyentes del siglo XX.

Advertencia al lector:

La entrevista fantástica es una propuesta creativa que parte de materiales dados de antemano. Las citas textuales señaladas entre comillas y en negrillas, son expresiones y frases que corresponden a Oriana Falacci y a Fidel Castro. Es el único material que ha sido transcrito con fines literarios, todo el texto y la redacción adicional pertenecen al autor de la presente pieza.

Fuentes de investigación y consulta:

Fidel Castro y Oriana Fallaci: La entrevista frustrada

https://elpais.com/diario/2006/09/16/cultura/1158357603_850215.html

https://www.infobae.com/america/deportes/2016/06/08/el-dia-que-oriana-fallaci-desnudo-el-lado-oscuro-de-muhammad-ali/

http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-36954339

http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article117193143.html

https://akifrases.com/autor/oriana-fallaci

http://www.ofrases.com/autor/210-oriana-fallaci

http://noticias.perfil.com/2017/04/27/la-carta-inedita-de-oriana-fallaci-a-fidel-castro/

http://www.tierrasdeamerica.com/2017/06/14/oriana-fallaci-y-la-entrevista-fidel-castro-que-fue-el-diplomatico-cubano-que-gestiono-la-solicitud-de-la-periodista-ofrece-su-version-de-lo-que-ocurrio/

https://elpais.com/diario/2004/05/08/babelia/1083971167_850215.html

https://www.clarin.com/mundo/frases-recordadas-Fidel_0_SyteFPit.html

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